En muchas ocasiones, las paredes son las grandes olvidadas y nos centramos más en el mobiliario de nuestro hogar. Pero podemos darles mucha personalidad de una manera muy sencilla.

En este post vamos a ver cómo podemos decorar las paredes de nuestra casa con nuestras propias creaciones. Las técnicas son muy diversas y los revestimientos posibles (pintura, papel, piedra…) los veremos en otro post.

Los VINILOS llevan varios años de moda, aunque su principal limitación es que la base donde se coloquen debe ser totalmente lisa. Pero hay una solución si tu pared es de gotelé: pintarlo con tus propias manos!

Es muy sencillo, solo tienes que imprimirte en un folio el diseño que quieras y dibujarlo con lápiz en la pared. De esta manera puedes borrar si te equivocas y cuando hayas terminado el diseño. Después solo tienes que rellenarlo con pintura plástica del color que desees. Yo pinté el árbol con el color de la pared opuesta, marrón chocolate.

Si te has decidido por un árbol, puedes colgar de él, a modo de frutos, marcos con tus fotos favoritas.

Aunque tengas la pared lisa, hay veces que la superficie es muy extensa y puede resultar muy caro utilizar un vinilo. En estos casos, también puedes pintarlo a mano alzada.

Para los que les gusta viajar y, como yo, se hayan propuesto visitar las “7 maravillas del mundo” (Chichén Itzá, en México; el Coliseo de Roma, en Italia; la estatua Cristo Redentor, en Río de Janeiro, Brasil; La Gran Muralla China, en China; Machu Picchu, en Cuzco, Perú; Petra, en Jordania; El Taj Mahal, en Agra, India), se han puesto de moda los marcos de fotos que simulan un “collage”.

En este caso en concreto, busca uno que tenga para 7 fotos (es difícil, pero yo lo encontré en la tienda A loja do gato preto) y pon las que no hayas visitado en blanco y negro. Conforme viajes y veas los monumentos, sustituye la foto por una en color en la que aparezcas.

También podéis haceros con un mapa-cuadro del mundo, como este de Ikea, e ir marcando con chinchetas las ciudades que se han visitado.

Si tenéis o encontráis una puerta vieja, de esas que tienen rectángulos de cristal, podéis convertirlo en un perchero-portafotos!

Otra idea muy chula es crear un lienzo con tus propias fotos. Cuando fui a París, hice muchas fotos alrededor del Arco del Triunfo, para después poder montar una panorámica.

Se venden muchos cuadros de París, pero mola más haberlo hecho tú mismo 😉

Hablando de cuadros, tengo dos más que dicen mucho de mí. Uno de ellos es una menina que pinté y cuyo vestido está hecho con un “collage” de retales de papel y tela. Entre ellos, pedazos de mi traje de fallera.

El otro, también muy personal, está hecho con la liga y el liguero que llevé en mi boda. Me daba pena no utilizarlas más que ese día. Así que me fui a una tienda de cuadros y me lo enmarcaron.  El sitio elegido para colocarlo, ha sido el baño, el gran olvidado a la hora de decorar paredes.

Además, existen en el mercado cantidad de adhesivos tridimensionales para personalizar pequeños rincones de nuestro hogar. Los hay románticos, vintage…

Para no tener que hacer tantos taladros, he descubierto una especie de chinchetas que van fenomenal!

Y ya por último me gustaría hacer un guiño a una de mis series favoritas: FRIENDS. Os acordáis del marco que tenía Mónica en la mirilla de la puerta de su apartamento?

Pues encontré un vídeo de cómo hacerlo:

Y este fue el resultado!

¿Os gusta? 🙂