» La necesidad agudiza el ingenio». Y es que mi comedor necesitaba urgentemente un cambio, pero no me quería gastar mucho dinero, ya que la mesa y las sillas están nuevas y son de buena calidad.
Pero veía estas mesas en Instagram y quería una para mí.
Así que mi cabecita se puso a pensar y se me ocurrió que podía intentar simular ese efecto en mi mesa actual, poniendo unas lamas de vinilo que imitan madera.
Este fue el proceso:
De dinero, no me ha costado nada, porque tenía una caja empezada de una vez que quise forrar una pared con este material y al final no me convenció. Y como la caja estaba abierta, no pude devolverla.
Con respecto a las sillas, en su día me costó mucho encontrarlas a buen precio porque son de madera y de diseño. Pero ahora no me convence su estilo y necesitaba un cambio. Lo más económico que se me ha ocurrido y además que sea reversible por si me arrepiento, es colocarle unas fundas. En un principio pensé hacerlas yo, porque tienen una forma bastante peculiar, pero al final encontré unas en Amazon elásticas y súper baratas (las 4 no ha llegado a 18€). Solo tuve que ajustarlas de una manera muy sencilla y el cambio ha sido tremendo. Y lo mejor que es que las he actualizado sin perjudicar a la silla, porque encima la estoy protegiendo de manchas o rozaduras.
Por último, hace unos meses, pinté el pilar de fucsia a gris clarito (color que conseguí de restos que tenía de otras pinturas. Y este ha sido el resultado.
¿Que os parece la renovación low cost de mi comedor? Yo estoy muy contenta y así me va a aguantar unos cuantos años mas.
Como veis se puede cambiar una estancia, gastando muy poco. Y el tiempo invertido ha sido mínimo, lo importante es tener la inspiración y las ganas de trabajar 😉
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El Mirador de Laura 
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